Y sin embargo… se mueve. Las primeras patadas

Parecía broma hace unas semanas, pero esto va evolucionando.

Desde el momento de la última náusea, la presión mental diaria de saber que eres una preñati, era leve, exceptuando los momentos médicos, ecografías, o el horrible momento PANTALÓN PRE-MAMÁ

Juro que fue horrible. Vi que mis vaqueros no daban más de sí. Ni tapándolo con una camiseta larga, ni poniéndole una goma del pelo para acercar el botón al ojal… aquello era inviable, así que me armé de moral y buen rollo, y fui de tiendas a buscar unos pantalones.

Un dato importante para que me entendáis, es que ODIOOOOOOOO ir de tiendas.

Me parece un aburrimiento supino. Mi estilo de vestir es contrario a las modas, señores padres me comparan con el payaso de MICOLOR .
Conseguir algo de ropa que me guste suele ser misión imposible, y ahora más todavía.

No pasa nada, entro en la tienda, cojo los pantalones, los miro de soslayo con cara de:

NO ME GUSTAIS, YO A VOSOTROS TAMPOCO, PERO VAMOS A TENER LA FIESTA EN PAZ ¿OK?

y entro en el probador.

AVISO: Si sois primerizas y nunca estuvisteis inmersas en esta galaxia… buscad a alguien con experiencia para que os acompañe.

Volvamos al probador. Me visto, tratando de colocarme los pantalones.

Si sólo tienes dos piernas, tiene que resultar tarea sencilla ¿no?

Pues sí, y no.

Vestirlos es fácil, pero ¿y ahora? ¿Es así como tienen que quedar? ¿Dónde tiene que quedar la cinturilla? ¿Es esta mi talla? ¿Y el elástico que casi me roza el pezoncillo…no es demasiado?

Cogí mi vergüenza, mi cara de asco y mi barrigonchi , y salí a preguntarle a la chica del probador.

La pobre tampoco tenía ni idea, y tuvo que ir a por una compañera con experiencia en barrigas. Parece ser que así era como tenían que quedar.

O eso, o iban muy mal de porcentaje de ventas esa semana y me la metieron doblada, porque yo, ni idea.

Menos mal que me pillé un par de ellos y no quiero volver a ir a probar en lo que resta de embarazo, menudo momentazo…

Volviendo a lo que quería contaros. Que pese a algún bache, no notaba yo gran cosa.

Todo el mundo me preguntaba :

¿Ya lo notas?

¿Ya se mueve?

Respuesta negativa. NADA.

La abuela de Doraemon se extrañaba sobremanera, y yo leía en los frunces de labios de mucha gente la preocupación no verbalizada.

La verdad que no me preocupó en ningún momento, ya se movería.

Yo estaba esperando esa sensación de la que me habían hablado, el pez que nada dentro, el pez que se mueve y boquea… BUSCANDO A NEMO ¿ESTÁS AHÍ?

Una vez más me doy cuenta de que yo soy Dory.

Pues resulta que sí, que se movía, pero no era la sensación que yo creía.

En mi caso la sensación que tuve fue de unas palomitas estallando en el microondas, o quizá cuando estallas una burbuja de esas de plástico ¡¡PLOP!!!.

Yo creía que eso eran las tripas moverse, los órganos recolocándose, gases que no saben encontrar la salida o algo así, pero la médico en la última revisión me miró con carita de AY POBRE INGENUA IGNORANTE , lo que me hizo darme cuenta de que era baby alien.

En cuestión de una semana, las palomitas dejaron de estallar, y alien me agrede, directamente.

La barriga bota, y a simple vista puedes notarla. Bueno, puedo yo, porque cuando digo :

Mira Doraemon, ¡ahora!, alien decide parar y vacilarle.

Empezamos pronto. Yo me parto de risa ante la cara de incredulidad del pobre progenitor.

Esa es la tónica habitual, pero el otro día, que por cierto, creí que iba a explotar, pudo notarlo.

Llegué a la cama como si dentro tuviese 6 o 7 cachorretes, no me valían ni los pantalones del pijama, me aprisionaban. Yo me asusté ante tal montaña , y cuando Doraemon la vio, no se atrevió a decírmelo, pero vi el acojone en su mirada.

Traté de que bajase un poco masajeándola, CREO QUE ALIEN ESTABA ENTRENANDO PARA SACARSE EL CINTURÓN NEGRO DE KÁRATE.

Parece que funcionó, decidió cambiar postura y la barriga volvió a su ser.

Doraemon se estaba quedando dormido, y echó su brazo por encima de mi barriga. Ante el peso extra encima, que debió de pillarle por sorpresa, baby alien soltó un patadón que lo despertó de inmediato.

¿En serio?.  Nena, ¿seguro que tú no me hiciste nada?

Juradito querido Dor, eso es una patada, y se pasa así, toooooooooodo el día.

LOOOOOOO FLIPÓ.

Había escuchado por parte de muchas madres que es un momento brutal, mágico, de conexión y amor.

Debe ser por mi condición de cactus, pero a mi la verdad, ahora que lo noto desplazarse de un lado a otro… me da trabajete, un poco de repelús. Las pataditas leves son graciosas; el movimiento raro, que parece que te están dando la vuelta a una camiseta dentro de ti, no.

Pero creo que estoy empezando a pensar como una madre, y si al tumbarme no noto nada, lo meneo un poco, para asegurarme de que se mueve y está bien.

Otra cosa que me tiene alucinada es el cambio en el tamaño de mi barriga de un momento del día a otro. Tan pronto está normal, como está abultadísima, que me molesta hasta alguna postura.

PREÑATIS EXPERTAS ¿Es normal ,no?

¿Soy el único bicho raro al que le dio cosilla al principio los movimientos?

El otro día tuve reunión familiar, en la que había dos preñatis y dos madres expertas. Fue muy cómico. O yo me lo tomé así, porque si no era para tiro en la sien directamente. Os lo cuento la semana que viene, porque de por sí da para un único post.

BESITOS DE SAPO, y baby sapo karateka